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Cuidar de Alguien con Incontinencia: Problemas Emocionales y Sociales (Caring for Someone with Incontinence: Emotional and Social Issues)

Cuando se les pregunta, muchos cuidadores de familiares y parejas afirman que una fuerte incontinencia los inclinaría a tomar la decisión de trasladar a un ser querido a un asilo de ancianos. ¿Qué hace que este sea un momento decisivo emocionalmente difícil? La incontinencia puede ser la gota que derrame el vaso en una situación de cuidado estresante. A continuación, se cubren algunas de las cuestiones que hacen de la incontinencia algo difícil de lidiar, y recomendaciones sobre cómo hacer frente a estos problemas.  

Resistencia 

¿Qué debe hacer cuando su ser querido se rehúsa a utilizar toallas sanitarias o ropa interior de protección?  Un individuo a quien se le pide utilizar productos contra incontinencias puede sentir que ya no es capaz de cuidar de sí mismo al nivel más básico. La respuesta a recibir podría ser una de negación, enojo, rechazo o inactividad pasiva. 

Adaptación: Es importante hablar con su ser querido de manera calmada, comprensiva y honesta acerca de cómo su incontinencia lo afecta a usted y su posibilidad de darle el mejor cuidado posible.  Esto puede lograr que la aceptación, tanto de la incontinencia, así como también de los productos de incontinencia, sea más fácil. Si la persona que recibe el cuidado vive con una condición mental o cognitiva como demencia, aprenda los mejores métodos tomando una clase o asistiendo a un grupo de apoyo en donde pueda aprender de herramientas útiles para una comunicación más satisfactoria. 

Sea discreto; llegar y decir que la casa huele mal puede ofender al receptor de cuidados y causar una respuesta defensiva en lugar de una de cooperación. 

Vergüenza 

Puede que tenga un sentimiento de vergüenza no solo por usted mismo sino por el receptor de cuidados. Es difícil responsabilizarse por el cuidado de alguien, como sus padres, de esta manera tan personal y con frecuencia invasiva. Si está cuidando de alguien del sexo opuesto, puede ser incómodo tener que ver, tocar y cuidar sus áreas privadas. Si está cuidando de un padre/madre del mismo sexo, aún podrá sentirse como si estuviera invadiendo su privacidad. Y, finalmente, existe la compasión por la pérdida de dignidad sentida por un ser querido que ahora necesita cuidados a este nivel. 

Adaptación:  Puede ser útil hablar con familiares, amigos o profesionales de apoyo. Reconozca sus sentimientos de incomodidad. Contrate a un cuidador en casa o reclute a otro miembro de la familia o amigo para dar cuidados cuando sea muy difícil que usted los dé.         

Reacciones 

Por lo general, los cuidadores no se sienten de lo mejor cuando lidian con incontinencias.  Quizás se sienta como si la persona que recibe el cuidado permitiera que ocurriera a propósito un episodio de incontinencia para castigarlo a usted. Puede que llegue a enojarse o a perder la paciencia, especialmente si se necesita ayuda a una hora inconveniente, por ejemplo, al preparar la cena o dormir. El costo de suministros para incontinencia pueden ser un problema en el presupuesto del cuidador/receptor de cuidados. Y si quien recibe los cuidados no coopera, esto agrega aún más tensión a su relación con esta persona. Algunas personas pueden tener reacciones físicas y sentir incomodidad a fluidos y olores corporales.  

Adaptación: Admitir su incomodidad es un buen primer paso. Pretender que esto no es un problema para usted, si realmente sí lo es, simplemente empeora las cosas tanto para usted como para quien recibe el cuidado.  Sepa que quien recibe el cuidado no intenta dificultarle la vida; no tienen control sobre lo que está pasando. Esto también es difícil para ellos. Busque ayuda a través de grupos de apoyo en persona o en línea, de un amigo o un miembro familiar que haya tenido una experiencia similar, o de un trabajador social, enfermera, terapeuta ocupacional u otro profesional de salud.  

Emociones 

Puede que llegue a enojarse o resentirse por tener que lidiar con esta situación. Quizás es simplemente muy difícil para usted. Quizás sea más fácil simplemente no limpiar a nadie, pero esto sería descuidar a quien recibe el cuidado y pone a quien recibe el cuidado en riesgo de una descomposición e infecciones de la piel, en particular infecciones del tracto urinario. 

Adaptación: Reconozca los muchos sentimientos que pueda tener acerca de lidiar con la incontinencia y pida ayuda. Los grupos de apoyo, ya sean en persona o en línea, pueden ofrecerle un incentivo emocional, así como también estrategias comprobadas y verdaderamente prácticas.  Sin duda otros cuidadores compartirán sus investigaciones y experiencias con varios productos.  Obtenga recomendaciones de productos de su médico, farmacéutico o un terapeuta ocupacional. Busque productos que faciliten las cosas para usted y para quien recibe cuidados. Considere contratar a un asistente de cuidados personales o permita que otros miembros familiares ayuden cuando puedan.  No tiene que hacerlo todo usted. 

Limitaciones físicas 

Los tipos de cuerpo incompatibles, incapacidad física o debilidad física relacionada a la edad o enfermedad pueden dificultar los cuidados de incontinencia para su ser querido.  Una persona pequeña que intenta ayudar a una persona mucho más grande a pararse de la cama podría arriesgarse a lesionarse la espalda o tensionar otros músculos.  Podría estar en riesgo de caerse al levantarse en medio de la noche para ayudar a quien recibe los cuidados a ir al baño o a utilizar un urinario.  Y la falta de sueño resultante de levantarse algunas veces durante la noche definitivamente afectará su funcionamiento y capacidad de lidiar con el día siguiente.  

Adaptación: Si está cuidando de alguien con una incapacidad física, como por ejemplo una parálisis o debilidad, asegúrese de hacer que un terapeuta físico o a un terapeuta ocupacional le enseñe cómo utilizar su cuerpo de modo que no se haga daño mientras intenta a ayudar al receptor de los cuidados. Trabaje con su médico para asegurarse de que cualquier plan de cuidados incluya lo que USTED necesite, así como también lo que necesite el receptor de los cuidados. Está BIEN reconocer sus propias limitaciones y establecer límites cuando algo pudiera ser dañino para usted.  

Planificación 

Salir con alguien que sufra de incontinencia requiere de una planificación anticipada. Los cuidadores y los receptores de cuidados con frecuencia quedan aislados debido a temas con respecto a lidiar con la incontinencia fuera del escenario del hogar.  

Adaptación: Prepare previamente dos bolsos marineros o de hombro con todo lo que pudiera necesitar como por ejemplo toallas para incontinencia, paños, guantes, cambiador de ropa interior y otros suministros que necesite. Asegúrese de incluir un par de bolsas plásticas para guardar los productos sucios. Lleve una bolsa con usted y otra bolsa en el automóvil, solo por si acaso. Si está viajando, busque un baño familiar/de acompañante que permita que ingresen dos personas.  O lleve un letrero laminado que pueda fijar en la entrada de un baño público que diga por ejemplo “esposa que cuida de esposo incapacitado”. Sepa que, en algunos estados, como California, una ley estatal permite que un cuidador familiar o asistente remunerado de cualquier sexo asista a un receptor de cuidados en un baño público.  Consiga un asiento cerca del baño en un avión o en otro tipo de transporte. Tenga en cuenta dónde se encuentran los baños durante una salida, lo cual reducirá la ansiedad para ambos. Deténgase cerca de un baño con frecuencia, incluso si el receptor de cuidados no ha dicho que necesita ir. 

Tiempo y recursos 

La incontinencia hace que el trabajo del cuidador se dificulte de muchas maneras. Los derrames por productos de incontinencia, su uso inconsistente o incluso su falta de uso cuando se lo requiera, resultará en más ropa que lavar y más tiempo invertido en limpiar el baño y los alrededores de la casa.  Se requiere un tiempo adicional si es necesario bañar a su ser querido luego de un accidente de orina o intestinal.  Debido a que el cuidado personal toma más y más tiempo, puede que con el tiempo tenga menos paciencia y quede más frustrado. Estos sentimientos solo se verán agravados si durante la noche es necesaria una limpieza y un baño, impidiendo que el cuidador duerma adecuadamente.  Las crecientes exigencias de tiempo necesarias para los cuidados de incontinencia tendrán una influencia cuando sea necesaria más ayuda, por ejemplo, reclutar a otro miembro de la familia o contratar a un asistente, y posiblemente considerar si el momento para buscar una colocación en cuidados residenciales.  Los factores adicionales que no pueden pasarse por alto son el costo de los productos de incontinencia y el esfuerzo involucrado para supervisar y adquirir los suministros necesarios.   

Adaptación: Conseguir ayudar puede aliviar algo de la tensión del cuidador.  Muchos cuidadores sugieren buscar en línea para encontrar el mejor precio de suministros de incontinencia y para encontrar cupones para ayudar a reducir el costo en la tienda.  No dude en preguntar a otro cuidador, en persona o en grupos de apoyo a cuidadores en línea, para obtener sugerencias sobre los mejores sitios para comprar productos. Finalmente, usted puede decidir si la colocación es la mejor opción tanto para usted como para el receptor de cuidados, incluso si le prometió nunca trasladarlo a un asilo de ancianos. Luego el cuidador podrá volver a ser un compañero, hijo adulto, amigo, hermano y no solo el asistente de cuidados personales. El cambio de compañero sentimental a cuidador puede resultar en una pena, culpa y depresión.  Cuidar de sus propias necesidades es más importante que poder cuidar de alguien más.    

Usted no está solo. . . 

Será más fácil para usted, como cuidador, así como también para el receptor de cuidados si puede lograr que el cuidado por incontinencia sea tan natural como sea posible.  Después de todo, es muy común, 25% de las mujeres y el 15% de los hombres, experimentar una incontinencia en algún punto de sus vidas.  Obtenga una evaluación médica para ver si hay algo que se pueda hacer para disminuir la urgencia de tener que usar el baño, y determinar si se puede identificar una condición tratable, como por ejemplo una infección al tracto urinario o un problema de la próstata. Discuta con el médico del receptor de cuidados si una medicación o una capacitación sobre la vejiga serían efectivos en esta situación. Sobre todo, busque ayuda de familiares, amigos y ayuda remunerada en la medida de lo posible de modo que no recaiga únicamente sobre usted realizar todo el cuidado.  

Recursos 

Family Caregiver Alliance 
Centro nacional de cuidados 
(415) 434-3388 | (800) 445-8106 
Sitio web: www.caregiver.org
Recursos: https://www.caregiver.org/spanish/
E-mail: info@caregiver.org 
FCA CareNav: https://fca.cacrc.org 
Family Care Navigator: https://www.caregiver.org/family-care-navigator 

FCA (Family Caregiver Alliance) busca mejorar la calidad de vida de los cuidadores a través de la educación, servicios, investigación y apoyo. A través de su centro nacional de cuidados, FCA ofrece información sobre temas sociales, políticas públicas y cuidados actualizados y facilita asistencia en el desarrollo de programas públicos y privados para los cuidadores y asiste a los cuidadores a nivel nacional a localizar recursos en sus comunidades.  Para los residentes de Bay Area en San Francisco FCA ofrece servicios de apoyo familiar directos para cuidadores de aquellos con la enfermedad de Alzheimer, derrames, daños cerebrales, enfermedad de Parkinson y otras condiciones de salud debilitantes que afectan a los adultos. 

Hojas de información y recomendaciones de FCA 

Hay disponible una lista de toda la información y recomendaciones en línea en www.caregiver.org/spanish. 

Otras organizaciones y enlaces 

Fundación de cuidados de urología: Asociación Americana de Urología 
https://www.urologyhealth.org/ 

Asociación Nacional de Continencia 
www.nafc.org 

Centro de Soporte por Incontinencia 
www.incontinentsupport.org 


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